En el mundo del emprendimiento, cada historia comienza con una semilla que sueña con crecer. Esta metáfora representa el viaje que muchos emprendedores deben afrontar, lleno de desafíos y aprendizajes. En este blog, exploraremos la historia de Andrés Rojas, CEO y fundador de SURETI, una fintech colombiana que ha revolucionado la forma de acceder a préstamos con hipotecas. A través de su experiencia, descubriremos cómo el capital, la perseverancia y la adaptabilidad son fundamentales para el éxito empresarial.
La historia comienza con una pequeña semilla que anhela convertirse en un gran árbol. La semilla sabe que, para crecer, necesita agua, sol y tierra fértil, pero también se da cuenta de que, al principio, es frágil y necesita ayuda. Esta ayuda llega en la forma de un préstamo del banquero del bosque, simbolizando el apoyo financiero que muchos emprendedores requieren para echar raíces y comenzar su viaje.
El banquero, un viejo roble, le ofrece a la semilla la humedad de la tierra, con la condición de que deberá devolverle este favor cuando sea grande y fuerte. Este préstamo no solo refleja la necesidad de capital para iniciar un negocio, sino también la responsabilidad que conlleva. Al igual que la semilla, los emprendedores deben ser conscientes de cómo y cuándo devolver esa ayuda.
Andrés Rojas comparte su perspectiva sobre el miedo que muchos sienten hacia los préstamos. A menudo, se asocia el préstamo con el consumo innecesario, como comprar un carro de lujo, en lugar de verlo como una herramienta para fomentar el crecimiento de un negocio. Andrés enfatiza que un buen préstamo puede ser una bendición, siempre y cuando se use de manera estratégica y responsable.
Es crucial diferenciar entre un préstamo destinado a consumo y uno destinado a la inversión en un negocio con bases sólidas. Un préstamo bien utilizado puede generar más riqueza de la que se paga en intereses. Aquí, Andrés destaca la importancia de entender el costo del dinero en el tiempo y cómo debe ser visto como un recurso para generar más valor.
La comprensión del capital es un desafío común entre los emprendedores. Andrés menciona que hay quienes tienen claro el valor del dinero y cómo utilizarlo, mientras que otros no son conscientes de que el tiempo puede incrementar el costo de un préstamo. Esto es fundamental, ya que el tiempo siempre juega en contra del emprendedor.
Los emprendedores exitosos son aquellos que se mueven rápidamente, que no se quedan sentados esperando que las cosas sucedan, sino que están constantemente buscando formas de mejorar y crecer. La velocidad y la adaptabilidad son esenciales en el entorno empresarial actual, donde el cambio es constante y la competencia es feroz.
Andrés comparte que SURETI es su tercer emprendimiento. Su primer intento fue en la universidad, donde buscó ofrecer servicios de tecnología a pequeñas y medianas empresas. Desafortunadamente, no pudieron sobrevivir debido a la falta de pagos de algunos clientes y la falta de acceso a financiamiento. Este fracaso lo llevó a entender la importancia de tener un buen manejo del capital y la necesidad de un análisis financiero riguroso.
Su segundo emprendimiento se centró en ayudar a las personas a mejorar sus hojas de vida. Aunque la idea era buena, no lograron vender ni un solo servicio, lo que resultó en otro fracaso. Estas experiencias enseñaron a Andrés que enamorarse de una idea sin validar su necesidad en el mercado puede ser la receta para el desastre.
Una de las lecciones más importantes que Andrés destaca es la necesidad de escuchar a los usuarios y entender sus necesidades. A menudo, los emprendedores se obsesionan con sus ideas y se olvidan de los problemas que están tratando de resolver. Escuchar activamente puede ayudar a identificar los puntos de dolor de los clientes y a desarrollar soluciones que realmente agreguen valor.
Andrés menciona que un mentor le enseñó que en las reuniones de ventas, el objetivo es hablar menos y escuchar más. Esto es crucial, ya que al permitir que el cliente exprese sus necesidades, se puede ofrecer un servicio que realmente resuene con ellos.
Decidir emprender durante la pandemia fue un acto de valentía para Andrés. Mientras muchas empresas cerraban, él vio una oportunidad en la digitalización de procesos. Con SURETI, su objetivo era facilitar el acceso al capital de trabajo para negocios locales, utilizando la vivienda como respaldo para ofrecer préstamos con mejores condiciones.
Andrés y su socio creyeron que la pandemia traería una mayor adopción de soluciones digitales, y así fue como lanzaron su fintech. Este enfoque no solo les permitió adaptarse a las circunstancias, sino que también les ofreció una ventaja competitiva en un mercado que necesitaba soluciones innovadoras.
En cuanto a la competencia con los bancos, Andrés explica que ellos no son competencia directa. SURETI ofrece un producto que los bancos no pueden proporcionar de la misma manera, ya que utilizan la vivienda como garantía para ofrecer préstamos a tasas más bajas y con plazos flexibles. Esto les permite llegar a un mercado diferente, especialmente a aquellos que no tienen acceso a crédito convencional.
El enfoque de SURETI en la digitalización y la inclusión financiera es un claro ejemplo de cómo los emprendedores pueden encontrar su nicho y ofrecer soluciones que beneficien a aquellos que tradicionalmente han sido excluidos del sistema financiero.
Andrés destaca que ser emprendedor es un camino lleno de desafíos, donde las probabilidades están en contra. Se estima que más del 90% de los emprendimientos fracasan, lo que significa que cada decisión cuenta. La falta de preparación, la falta de capital y la competencia son solo algunos de los factores que pueden llevar al fracaso.
Sin embargo, la clave está en aprender de cada experiencia. Cada fracaso trae consigo valiosas lecciones que pueden ser aplicadas en futuros emprendimientos. La humildad y la disposición para adaptarse son esenciales para el crecimiento y el éxito a largo plazo.
La historia de Andrés Rojas y SURETI es un testimonio del poder de la perseverancia y la adaptabilidad en el mundo del emprendimiento. A través de sus fracasos y éxitos, nos recuerda que el camino del emprendedor está lleno de lecciones valiosas. La clave está en escuchar, aprender y, sobre todo, no tener miedo de pedir ayuda cuando se necesita.
En un entorno empresarial en constante cambio, aquellos que están dispuestos a adaptarse y encontrar soluciones innovadoras son los que eventualmente prosperarán. La semilla que sueña con convertirse en un gran árbol es un símbolo de todos los emprendedores que luchan por hacer realidad sus sueños, y con la ayuda adecuada, pueden alcanzar el éxito que tanto anhelan.